3 Cuando me halle ahí, enviaré a los que hayáis considerado dignos,
acompañados de cartas, para que lleven a Jerusalén vuestra liberalidad.
4 Y si vale la pena de que vaya también yo, irán conmigo.
5 Iré donde vosotros después de haber atravesado Macedonia; pues
por Macedonia pasaré.
6 Tal vez me detenga entre vosotros y hasta pase ahí el invierno, para
que vosotros me encaminéis adonde haya de ir.
7 Pues no quiero ahora veros sólo de paso: espero estar algún tiempo
entre vosotros, si así lo permite el Señor.
8 De todos modos, seguiré en Éfeso hasta Pentecostés:
9 porque se me ha abierto una puerta grande y prometedora, y los
enemigos son muchos.
10 Si se presenta Timoteo, procurad que esté sin temor entre vosotros,
pues trabaja como yo en la obra del Señor.
11 Que nadie le menosprecie. Procurad que vuelva en paz a mí, que le
espero con los hermanos.
12 En cuanto a nuestro hermano Apolo, le he insistido mucho para
que vaya donde vosotros con los hermanos; pero no tiene intención alguna
de ir ahora. Irá cuando tenga oportunidad.
13 Velad, manteneos firmes en la fe, sed hombres, sed fuertes.
14 Haced todo con amor.
15 Os hago una recomendación, hermanos. Sabéis que la familia de
Estéfanas son las primicias de Acaya y se han puesto al servicio de
los
santos.
16 También vosotros mostraos sumisos a ellos y a todo aquel que con
ellos trabaja y se afana.